Historia de la Hermandad
La Historia de una Hermandad es el orgullo de sus hermanos y la herencia que pasaremos a los que nos sustituyan. Es algo que debemos cuidar para que no se altere con cuestiones que la alejen de la verdad.
Sobre la fundación y origen de la Hermandad Sacramental de Santiago, no existen datos concretos. Es cierto, como se dice en su grande y postrero protocolo de 1773 (fol. 9), que “nuestro muy Santo Padre Paulo, Papa tercio, movido de espíritu de Dios, viendo el poco fervor y reverencia con que servíamos a tan alto Señor, quiso instituir y de hecho instituyó el año de mil quinientos cuarenta y seis de su Pontificado la presente Hermandad y Cofradía.
Pero también es cierto que en el número tres del citado protocolo (fol. 33 y vt°) se habla de “una huerta de arboleda y legumbres, con su noria y demás pertrechos corrientes, en esta Villa, en el Arrabal Mayor, calle de la Corredera; y se expresa en el asiento que la vendió Isabel Fernández, viuda de Juan Millán, en 21 de Octubre de 1507, al presbítero Pedro Fernández Pacheco, con cargo de un tributo anual de 1.050 maravedíes a las Sacramentales de Santa María y Santiago, por mitad 525 maravedíes a cada una, para el gasto de cera”. Por consiguiente, cabe pensar y no sin razón que en 1.507 ya existían y actuaban las Sacramentales de las dos parroquias utreranas, y que tanto la de Santa María como la de Santiago, aquejadas de una vida mal organizada, lánguida y poco fervorosa, se rehicieran con sendas bulas pontificias, suscritas ambas de mano de Paulo III y fechadas en 1541 la de Santa María y en 1546 la de Santiago.
Es indudable que la existencia de una cofradía determina la necesidad de unas Reglas para su buena marcha y gobierno. Y la Sacramental de Santiago las tuvo con toda seguridad y anteriores al año 1574, porque en el mencionado protocolo (fol. 22 vt°) se alude a un traslado o copia de ellas: “sacóse este traslado en 20 dias del mes de Abril del año 1574”; y un poco más adelante: “el traslado se sacó del libro antiguo que por gracia del Santísimo Sacramento se acertó a leer, con el cual va corregido bien y fielmente, de mano del Ledo. Diego García Posaderos..”
Hacia 1649 y según puede deducirse, estas Reglas desaparecieron, conforme expresa el mentado protocolo (fol. 3): “la cual (Regla), en el año del mal contagio (el citado) que padeció esta Villa, se perdió con otros muchos papeles…” y la Cofradía, sin darse mucha prisa, veinte y dos años después, redactó unas Reglas nuevas (protocolo, fols. 3 al 7), alegando la pérdida referida; y “ahora se han hecho por los hermanos y oficiales los capítulos de la Regla que presento y juro. A vuestra merced pido y suplico mande verla y aprobarla, interponiendo su autoridad y judicial decreto para su validación; y conceder licencia para que se imprima en forma decente con la insignia del Santísimo Sacramento, pido justicia, etc.”
La organización de la Hermandad no brilló con grandes resplandores siglos XVI y XVII. Si hoy la Sacramental es hermandad de legos, en aquellos tiempos formaban también parte de ella los clérigos; y, por cierto, no eran pocos los curas que integraban el clero parroquial.
Mayor ignorancia nos asalta cuando tratamos de averiguar las primeras andaduras de la Hermandad de las Animas Benditas del Purgatorio, de Santiago, puesto que de ella no se conservan papeles y si algunos libros muy avanzados de fecha. Parece fuera de dudas que ya en el siglo XVI se hallaba constituida y tenia vida propia. Pero la primera noticia escrita que tenemos de ella es de 11 de junio de 1679, fecha de la celebración de un cabildo en el que figura unida con la Sacramental. Antes, sin embargo, consta que se celebraban cultos exequiales por los fieles difuntos, muy propios de una cofradía de Ánimas, pero nada más.
Por cuestión de espacio, no nos queda otra, tenemos que reducir y saltar hasta la fusión de la Hermandad Sacramental con la de Penitencia del Redentor Cautivo, hecho que ocurrió el 25 de mayo de 1974 siendo Hermanos Mayores D. Alfredo Naranjo Batmale de la Hermandad del Redentor Cautivo y D. Juan Moreno Caballero de la Hermandad Sacramental, aprobándose las nuevas Reglas el tres de octubre del mismo año.
Cabe ahora hacer una referencia histórica de los comienzos de la Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Redentor Cautivo.
Tuvo su origen en una noche de Vigilia de Adoración Nocturna, celebrada por el turno de San Francisco Javier, en el correr del mes de abril de 1953.
Esa misma noche decidieron la advocación con que darían culto a María Santísima siendo la misma la de Nuestra Señora de las Lágrimas. A petición del sacerdote D. José Barea Nuñez se designó como titular principal al Santísimo Cristo de Santiago, Patrono de Utrera.
Tras diferentes vicisitudes, entre ellas el fallecimiento del entonces párroco D. Manuel López Doval y el nombramiento de su sucesor en el cargo D. Manuel de Olloqui, se aprobaron las Reglas el 27 de noviembre de 1954 según consta en los expedientes 40584 y 40842 del Palacio Arzobispal.
Debido a la fusión con la Sacramental, la hermandad también obtuvo el título de Pontificia de su Santidad el Papa Pío XII, que ostentaba la Hermandad Sacramental desde el 1 de noviembre de 1954, por encontrarse en Roma en la Ceremonia de la Declaración de la Realeza de la Virgen María D. Juan Moreno Caballero.
Tras la fusión, entre otras cuestiones, hubo que reformar el escudo de la hermandad. Al que se le añadió la Custodia y el símbolo Mariano en 1976, aún cuando no se concluyó hasta el 29 de abril de 1983 incluyéndose en él la Tiara Papal, símbolo del nombramiento de Pontificia.
Por obras de restauración en la Parroquia de Santiago, ésta se cerró al culto el 2 de febrero de 1979, se trasladaron las imágenes el día 9 de febrero a la Parroquia de San José, prolongándose hasta el 19 de junio de 1981 la ubicación de la sede de nuestra hermandad en dicha Parroquia.
Coincidiendo con la primera salida desde la Parroquia de San José, se creó la cuadrilla de hermanos costaleros.
La Casa de Hermandad se inauguró y bendijo por el Sr. Arzobispo Fray Carlos Amigo Vallejo el 9 de junio de 1985, coincidiendo con la celebración de la Festividad del Corpus Christi en nuestra Parroquia.
El 19 de noviembre de 2000 en conmemoración del CCCXXV Aniversario del Patronazgo sobre Utrera del Santísimo Cristo de Santiago se realizaron una serie de actos, entre ellos: Misa Solemne, presidida por el Excmo. Sr. Arzobispo Fray Carlos Amigo Vallejo, , leyendo en la misma el Secretario del Excelentísimo Ayuntamiento, el Acuerdo de Pleno por el que se ratificaba el Nombramiento de Patrono de Utrera del Santísimo Cristo de Santiago, tras la Eucaristía se realizó devota Procesión por las calles de la feligresía.
En mayo de 2002 la Hermandad realizó el I Rastrillo para recaudar fondos para su Bolsa de Caridad, desde entonces se organiza bianualmente.
En el año 2004 se celebró el Cincuenta Aniversario de la Cofradía de Nazarenos con una serie de actos y actividades, entre ellas la edición de un cartel conmemorativo, la edición del Libro “El Silencio del Redentor Cautivo”, la Exposición “Un paseo por la historia de la Hermandad” y la creación de la pagina Web de la Hermandad, clausurándose los actos en la Función Solemne en Honor de Nuestra Señora de las Lágrimas.
En los últimos años, en concreto desde 2005, se tiene especial empeño en realzar la Festividad del Corpus, para lo cual la hermandad pone especial interés en la organización y exorno de las calles para la Procesión Eucarística de la Parroquia de Santiago, tradicionalmente llamada Corpus Chico.
Desde el año 2007 la hermandad está inmersa en un gran proyecto que es la realización de un paso de palio en plata de ley, cuyo proyecto base fue realizado por Sebastián Martinez Zayas y cuya ejecución se está llevando a cabo por Juan Borrero de Orfebrería Triana.
Nuestro Padre Jesús Redentor Cautivo
Esta imagen representa el pasaje Evangélico en que Jesús queda solo, maniatado y cautivo, tras el abandono de sus discípulos, con un acusado gesto expresivo de gran realismo que lo aproxima al espíritu naturalista de la imaginería sevillana.
Cuando se adquirió la actual, la primitiva pasó a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo de El Coronil y hoy en día se encuentra en el Convento de las Reverendas Madres Carmelitas de nuestra localidad.
La actual imagen del Redentor Cautivo, de estilo barroco, se contrató con D. José Paz Velez el 30 de junio de 1957.
Se bendijo el 5 de enero de 1958 y se realizó por primera vez la Estación de Penitencia con ella en la Semana Santa de ese año.
Nuestra Señora de las Lágrimas
La primera imagen a la que se le dio culto fue la de la Virgen de los Dolores que se encuentra a los pies del Santísimo Cristo de Santiago, pero llegado el momento de decidir si restaurarla o contratar la realización de una nueva imagen, decidieron encargársela a D. José Paz Velez en 1958.
El 12 de febrero de 1973 se encarga al escultor e imaginero D. Luis Alvarez Duarte la hechura de una nueva imagen de Nuestra Señora de las Lágrimas y como resultado tenemos esta magnífica imagen de gran dulzura y delicadeza al estilo del autor.
Santísimo Cristo de Santiago
Se le presenta muerto, clavado de pies y manos a una cruz ochava, incorporada en la última restauración.
Algo semejante ocurre con el sudario de tela que envuelve y oculta el primitivo, muy desvirtuado, pero que aún refleja fielmente, en el plegamiento de sus paños, el sentido caligráfico de las viejas formas ojivales. Esta fidelidad por mantener la tradición medieval contrasta con las nuevas conquistas renacentistas- Quattrocento -, como la búsqueda de la belleza del desnudo y el misticismo de corte humanista, que se evidencia en la poética sencillez de su humano rostro, de mórbidos párpados y pómulos y en ese suave modelado de su lastimado cuerpo, que contribuye, de modo especial, a crear esa atmósfera devocional que envuelve tan singular talla y la conecta con la sincera y sencilla espiritualidad popular.
Fue nombrado Patrono de Utrera el 11 de mayo de 1675, instituyéndose un voto de fiesta perpetua con solemnidad de víspera y sermón el día 28 de febrero: “en memoria y acción de gracias por las milagrosas lluvias que tuvieron lugar por su intercesión en aquél árido año, y por dejar a los siglos venideros un perpetuo recuerdo de tantos prodigios y maravillas que Dios ha obrado por medio de su Santísimo Hijo a quién se venera en esta sagrada imagen”.
En el año 1990 se restauró por D. Francisco Berlanga de Avila.